Dios le premió con la muerte que él quería ... "con las botas puestas en su Agrupación querida". Desde su León natal, la familia Llorente se une en la tristeza y el pésame a su también familia de la Agrupación Católica Universitaria.
Aprovechamos especialmente para agradeceros a todos aquellos que estuvísteis junto a él en su larga vida, especialmente aquellos que le acompañaron en sus últimos años.
¡Hay quien luche! Estará diciendo desde el Cielo. ¡Qué gozoso el deseado reencuentro con sus padres, con sus hermanos y con sus amigos, también hermanos del alma! Pero, sobre todo, contemplando el Rostro del Señor a Quien dedicó su vida plenamente. Esa es su recompensa más grande a la lucha y al trabajo de toda su vida.
Te echaremos de menos Tío Amando, aunque estamos seguros de que seguirás cuidando de todos nosotros desde Arriba ... "siempre en la trinchera"
Familia Llorente.
León. España
¡Hay quien luche! Estará diciendo desde el Cielo. ¡Qué gozoso el deseado reencuentro con sus padres, con sus hermanos y con sus amigos, también hermanos del alma! Pero, sobre todo, contemplando el Rostro del Señor a Quien dedicó su vida plenamente. Esa es su recompensa más grande a la lucha y al trabajo de toda su vida.
Te echaremos de menos Tío Amando, aunque estamos seguros de que seguirás cuidando de todos nosotros desde Arriba ... "siempre en la trinchera"
Familia Llorente.
León. España
Echaremos de menos sus homilías. Dios le había dado el don de la palabra y de la oratoria. Era muy elocuente en ellas, ... igual que en su vida.
ResponderEliminarFRAN.
León
Un GRAN amigo, un GRAN sacerdote, Un GRAN mariano, Un Gran Santo, descanse en paz.
ResponderEliminarRene M. Smith
Un verdadero Padre, Amigo y Maestro, protector del necesitado y lleno de Amor por Nuestro Senor y de Ternura por su Santa Madre. Creo que tomo para si el lugar de Juan en la Cruzen relacion a La Santisima Virgen.
ResponderEliminarMi compartir no fue tan cotidiano sino muy espiritual. El me enseno a llevar mis cruces y a darle a DIos lo mejor y mas grande!!!!pero verlo siempre en las cosas pequenas.
Tu tío fue gran hombre, gran sacerdote (disculpe que no escribo en español con ninguna frecuencia), y tuve la suerte de conocerlo desde muy joven, por medio de mis padres en Cuba.
ResponderEliminarYo lo entreviste has unos poco anos, con respecto a Cuba y las experiencias que el tuvo cuando la iglesia lo mando a las montanas de Cuba a investigar a Fidel Castro. Para el fue una experiencia que le era costoso hablar de eso. Si deseas leer más puedes ver el libro haciendo click aquí:
http://www.mcfarlandpub.com/book-2.php?id=978-0-7864-3043-7
Que Dios lo bendiga y lo tenga en su brazos, que en paz descanse.
Ed Gonzalez
Sitka, Alaska, USA
The Llorente Jesuit brothers are a treasure to us all. The Lord made them his own and then poured them back over us, like rain to the desert.
ResponderEliminar--Susan White (Mrs. James Guinivan)
Virginia, U.S.A.
[Los hermanos jesuitas Llorente han sido un tesoro para todos nosotros. El Señor los hizo Suyo, y los derramó sobre nosotros, como lluvia en el desierto.
--Susan White (Sra.de Guinivan)
Virginia, EE.UU.]
I just wanted to also comment that Padre Llorente was an awesome man. I knew him as a child, when I was an altar server at La Agrupacion in Miami, and more recently, a few years ago I was able to interview him for a book I wrote (http://www.mcfarlandpub.com/book-2.php?id=978-0-7864-3043-7), regarding his experiences with Fidel Castro in the Sierra Maestra mountains.
ResponderEliminarMy parents were married by Fr. Llorente, and also have a long spiritual history interwoven with him. I wonder how many more people, nay-how many more souls- have been blessed and enriched through their experiences with Fr. Llorente, a quantity that may be impossible to ennumerate, but a quality which we are all well aware of.
I have lived and worked in Alaska for a number of years now, and have been to those villages where Fr. Segundo Llorente worked. It would amaze you to know that time has essentially stood stil since then, with the exception of perhaps the now ubiquitous cell phone and other electronics. A beautiful country, a beautiful people of great faith.
Fr. Llorente will be missed greatly.
Ed Gonzalez
Sitka, Alaska
[Quería también añadir que el Padre Llorente era todo un hombre, y tremendo. Lo conocí primero de niño, cuando le servía de monaguillo en la Agrupación, en Miami, y más recientemente, cuando logré entrevistarlo hace unos años para un libro que escribí (http://www.mcfarlandpub.com/book-2.php?id=978-0-7864-3043-7) referente a sus experiencias con Fidel Castro en la Sierra Maestra.
El P. Llorente casó a mis padres, y tienen los tres juntos toda una larga historia espiritual. Me pregunto cuántas personas --- no, cuántas almas --- han sido bendecidas y enriquecidas por haberse encontrado con el el P. Llorente; el número sería imposible calcular; pero de la calidad de esos encuentros estamos todos completamente seguros.
He vivido y trabajado en Alaska ya durante años, y he ido a aquellos pueblos en donde trabajo el P. Segundo Llorente. Todos estarían maravillados si vieran como el tiempo por ahí no ha pasado, salvo que pululan los teléfonos celulares y otros productos electrónicos. Una tierra preciosa, y un pueblo precioso, de gran fe.
Al P. Llorente se le extrañará terriblemente.
Ed Gonzalez
Sitka, Alaska]
We are so sorry about this news. He was a saint, a hero, a truly great man. We have asked our parish prayer group to pray for the repose of the soul of Fr. Llorente. But I feel it is we who should be asking for his prayers:
ResponderEliminar"Please pray for the repose of the soul of Father Amando Llorente, S.J., who passed away on April 28.
"Born in Mansilla Mayor in the Province of Leon, Spain, Father Llorente was one of nine children, one of which was his older brother: Fr. Segundo Llorente, S.J., a Jesuit missionary in Alaska. Father Llorente arrived at the Colegio de Belén in Havana, Cuba in 1942 as part of his training to become a Jesuit priest. After a couple of years, he returned to Europe to complete his studies. On September 1948, he was ordained to the Priesthood in Heythrope College, Oxford University, England. He returned to Cuba in 1951 to take on the role of Director of the "El Calvario" Retreat House. After the passing away of the founder of the Agrupacion Catolica Universitaria, Fr. Felipe Rey de Castro, S.J., Fr. Llorente was then called to assume the position of Director of the ACU on March 2, 1952, a position which he held until his death.
"Father Llorente was a vocal opponent of Communism and totalitarianism as well as of materialism and relativism. He oversaw the expansion of the ACU in the United States following the Cuban revolution. He was a patriot of Spain and his adopted homelands of Cuba and the United States. He leaves behind a legacy of deep spiritual formation and apostolic action among hundreds of Agrupados and their families and friends."
--Patrick and Kathy Hofer
Arlington, Virginia
[¡Cuánto lamentamos esta noticia! Era un santo, un héroe, verdaderamente un gran hombre. Le hemos pedido a nuestro grupo de oración parroquial que ruegue por el eterno descanso del alma del P. Llorente. Pero siento que somos nosotros que deberíamos de estar pidiéndole a él que ruegue por nosotros:
"Por favor pidan por el eterno descanso del alma del Padre Amando Llorente, S.J., que pasó a mejor vida el 28 de abril.
"Nacido en Mansilla Mayor, en la Provincia de León, España, el Padre Llorente fue uno de nueve hijos, uno de los cuales fue su hermano mayor, P. Segundo Llorente, S.J., misionero jesuita en Alaska. El Padre Llorente llegó al Colegio de Belén en La Habana, Cuba, en 1942 como parte de su formación para hacerse sacerdote jesuita. Después de unos años ahí, volvió a Europa para acabar sus estudios. En septiembre de 1948, se ordenó sacerdote en el Colegio Heythrope, Universidad de Oxford, Inglaterra. Volvió a Cuba en 1951 como Director de la casa de retiros "El Calvario". Tras la muerte del fundador de la Agrupación Católica Universitaria, P. Felipe Rey de Castro, S.J., el P. Llorente fue llamado a tomar el puesto de Director de la ACU el 2 de marzo de 1952, puesto que ocupó hasta su muerte.
"El Padre Llorente siempre fue un fortísimo oponente del comunismo y totalitarianismo, como lo fue también del materialismo y relativismo. Dirigió el crecimiento de la ACU por todos los Estados Unidos después de la revolución castrista en Cuba. Siempre fue un patriota español, y de sus tierras adoptivas de Cuba y los Estados Unidos. Deja una herencia de profunda formación espiritual y acción apostólica entre cientos de Agrupados y sus familias y amigos."
--Patrick Hofer y Sra.
Arlington, Virginia]
To those who were kind enough to let me know about Fr. Llorente’s death, and a few others:
ResponderEliminarI was so sorry to hear this news. Who can say it was unexpected at age 92? – and yet, what a blow!
Just the other day I was thinking about him and wondering how he was doing. Unfortunately, I don’t think he ever quite learned e-mail so I could not inquire that way, but I treasure a note I received from him some time ago here in Togo in response to some photos and a letter that I had sent him about the mission. His handwriting was always, well, let’s just say a challenge, but after considerable effort at deciphering it, I realized that he was telling me he was “estremicido de alegría” to hear from me! I told him that I pray from time to time to his older brother Segundo the missionary, whose story is an inspiration to me (even if he worked in a slightly different climate). I can’t help thinking that their meeting on the Alaskan tundra can’t begin to compare to the reunion of brothers now taking place in heaven. Can you just imagine?
He was a treasure, a wonderful, wonderful priest who gave a marvelous example to countless people, although as I’m sure you know he was never much for awards or praise. He told me once that you have to be careful about that kind of thing because, no matter what people think of you, “hasta el último momento es siempre posible meter la pata.”
He encouraged me in my missionary vocation the very first time I met him, and for that I will always be grateful. “Esto es de Dios!” he insisted, raising his hands in that gesture of his, with a smile of pure joy that I’ll never forget.
If I were home I would have done everything possible to get to Miami for the funeral, but instead, I will be joined with you spiritually, and will offer three Masses for him, the first one on Monday.
May the Lord whom he loved so much take him quickly to himself, and may he now live forever.
Fr. William Ryan
[La traducción se hallaró en el próximo comentario.]
Traducción del comentario del P. William Ryan:
ResponderEliminar[A quienes tan amablemente me enviaron la noticia de la muerte del P. Llorente, y a unos cuantos más:
¡Cuánto he lamentado esta notcia! ¿Quien puede decir que una muerte a los 92 es impensable? – pero, a la vez, ¡Qué palo tan fuerte!
No fue más que el otro día que me vino a la mente y me pregunté cómo estaría él. Desafortunadamente, nunca aprendió, creo, como lidiar con el correo electrónico, por lo tanto no preguntarle de esa manera como estaba. Pero guardo como oro en paño una nota de él que recibí hace años aquí en Togo, agradeciéndome unas fotos y una carta que le había enviado sobre mi misión en Togo. Su letra siempre fue (vamos a confesarlo) un desafío, pero después de mucho esfuerzo decifrándola me di cuenta que me estaba diciendo que al oír de mí ¡estaba “estremicido de alegría”! Le dije que de vez en cuando me encomiendo a su hermano mayor, Segundo, el misionero, cuya historia me es una inspiración (aunque el clima en que trabajaba él discrepaba un poquitín del que me toca a mí). Cuando pienso en la reunión de hermanos que ahora se está celebrando en el Cielo, me viene a la mente que aquel encuentro que tuvieron en la tundra alaskana se queda bien corto en comparación. ¡Imagínenselo!
Es fue un tesoro, un exceslo, exceslo sacerdote, que dio ejemplo maravilloso a un sinfín de personas (aunque, como bien sabemos todos, huía de encomios y alabanzas. Una vez, me dijo que había que tener cuidado con ese tipo de cosa, ya que, por mucho que pienses de uno, “hasta el último momento es siempre posible meter la pata.”
Desde el primer momento en que lo conocí, me animó en mi vocación misionera, y por esto le estaré siempre agradecido. Insistió-- “¡Esto es de Dios!” y levantó las manos en aquel gesto tan típico suyo, con una sonrisa de puro gozo, la cual nunca jamás olvidaré.
Si estuviera en los Estados Unidos, hubiera heco todo lo posible para ir a Miami al funeral, pero, no pudiendo hacer eso, me uniré a Vds. espiritualmente, y ofreceré tres Misas por él, la primera el lunes de su entierro.
Que el Señor, a quien tanto amaba, lo lleve pronto a Sí Mismo, y que viva por siempre.
Fr. William Ryan (congregante de la Agrupación Católica Universitaria; misionero estadounidense en Togo)]
Traducción del comentario del P. Ryan:
ResponderEliminar[A quienes tan amablemente me enviaron la noticia de la muerte del P. Llorente, y a unos cuantos más:
¡Cuánto he lamentado esta noticia! ¿Quien puede decir que una muerte a los 92 es impensable? – pero, a la vez, ¡Qué palo tan fuerte!
No fue más que el otro día que me vino a la mente y me pregunté cómo estaría él. Desafortunadamente, nunca aprendió, creo, como lidiar con el correo electrónico, por lo tanto no pude preguntarle de esa manera como estaba. Pero guardo como oro en paño una nota de él que recibí hace años aquí en Togo, agradeciéndome unas fotos y una carta que yo le había enviado sobre mi misión en Togo. Su letra siempre fue (vamos a confesarlo) un desafío, pero después de mucho esfuerzo decifrándola me di cuenta que me estaba diciendo que al oír de mí ¡estaba “estremicido de alegría”! Le dije que de vez en cuando me encomiendo a su hermano mayor, Segundo, el misionero, cuya historia me es una inspiración (aunque el clima en que trabajaba él discrepa un poquitín del que me toca a mí). Cuando pienso en la reunión de hermanos que ahora se está celebrando en el Cielo, me parece que aquel encuentro que tuvieron en la tundra alaskana se queda bien corto en comparación. ¡Imagínenselo!
Él fue un tesoro, un exceslo, exceslo sacerdote, que dio ejemplo maravilloso a un sinfín de personas (aunque, como bien sabemos todos, huía de encomios y alabanzas). Una vez, me dijo que había que tener cuidado con ese tipo de cosa, ya que, por mucho que piensen de uno, “hasta el último momento es siempre posible meter la pata.”
Desde el primer momento en que lo conocí, me animó en mi vocación misionera, y por esto le estaré siempre agradecido. Insistió-- “¡Esto es de Dios!” y levantó las manos en aquel gesto tan típico suyo, con una sonrisa de puro gozo, la cual nunca jamás olvidaré.
Si estuviera en los Estados Unidos, hubiera hecho todo lo posible para ir a Miami al funeral, pero, no pudiendo hacer eso, me uniré a Vds. espiritualmente, y ofreceré tres Misas por él, la primera el lunes de su entierro.
Que el Señor, a quien tanto amaba, lo lleve pronto a Sí Mismo, y que viva por siempre.
Fr. William Ryan (congregante de la Agrupación Católica Universitaria; misionero estadounidense en Togo)]